Estamos viendo como en plena salida de la pandemia mundial los precios de las NAND Flash se están disparando para memorias RAM, SSD y otros componentes. En las primeras, todo queda en manos de las nuevas DDR5 y su mayor velocidad y pequeñas mejoras, mientras que en los segundos estamos totalmente estancados, y puede que esto siga así algunos años más y sin ver el final del túnel. ¿Cuándo llegarán las nuevas PLC Flash?
Las primeras previsiones y road maps eran bastante esperanzadoras, donde curiosamente Intel y Toshiba estaban mostrándose bastante avanzadas con esta nueva tecnología de empaque vertical. Las promesas eran muchas como vimos en su día, pero ahora llega un gigante como Western Digital y arroja agua al fuego. ¿Hay serios retrasos en la industria por complejidades varias? o ¿es una estrategia para recuperar lo perdido en plena ola de ascenso de precios y demanda?
Como suele pasar en una industria tan volátil como la de las NAND Flash, una declaración lo puede cambiar todo y mover el mercado. Ha sido el jefe de estrategia y tecnología de Western Digital en la Conferencia de Tecnología Global de Bank of America Merrill Lynch 2021 donde ha realizado las siguientes declaraciones:
Espero que la transición [de QLC a PLC] sea más lenta, entonces, tal vez en la segunda mitad de esta década veremos algunos segmentos comenzando a obtener 5 bits por celda. Creemos que QLC en todo el segmento se producirá en la próxima [generación BiCS 6] cuando la mayoría de los bits se cambiarán a QLC en el mercado. En los próximos dos años más, veremos la rápida aceleración de la adopción de QLC.
Y es que la ganancia incremental no es tanto cuando pasamos de 4 a 5 bits en la misma celda, por lo que se obtiene solamente un 25% más de densidad. Para obtener esa ganancia, se está sacrificando mucho, se necesita redundancia adicional, ECC adicional, por lo que la ganancia neta supuesta a la pérdida de rendimiento puede no ser tan deseable.
Como ya sabemos, cada salto de tecnología de NAND Flash supone un descenso de los precios para la misma capacidad, puesto que el tamaño de los SSD aumenta y las velocidades, latencias y degradación o bien se mantienen o bien se mejoran. Pero el salto de TLC a QLC está lejos de eso, al menos por ahora, y aunque hay modelos de SSD en el mercado con dicha tecnología la realidad y la media es que la resistencia y rendimiento no han sido casi mejorados.
Al parecer todo girará en torno a una nueva ECC y a la potencia de los chips que incluirán los nuevos SSD y no tanto a la tecnología en sí misma. Como sabemos, los chips encargados de los algoritmos de mantenimiento, rendimiento y control de los SSD con ARM de 64 bits, siendo el último presentado el nuevo R82. Los números son realmente muy buenos: + 2,25x más rápido y +23% en términos generales de mejora multitarea, todo con hasta 8 núcleos para un SSD.
¿Cuál es el problema? Pues que están previstos para 2023 o posiblemente 2024, por lo que con mucha suerte veríamos los primeros SSD de gama alta para finales de dicho año o comienzos de 2025. El retraso y la complejidad es debido a la complejidad que requiere PLC para la corrección de errores, donde no le bastaría con el actual 4KB LDPC, ya que se necesita una mayor potencia de cálculo, más capacidad redundante y un mejor nivel de desgaste de la unidad, lo que repercute en un chip tan complejo como potente y caliente.
Así que salvo que Intel y Toshiba lo resuelvan, hablamos de al menos 2025 para ver los primeros SSD PLC en el mercado, lo cual ha suscitado algunos comentarios sobre la casualidad de que la industria esté elevando precios para compensar pérdidas y el final de dicha subida para el mismo año citado.
Fuente > Tom’s Hardware